lunes, 15 de diciembre de 2008

Diario de un linfedema (1)

El hecho: ya he conseguido la primera visita con el doctor Jaume Masià. Director de Cirugia estética del hospital de Sant Pau. Fué el pasado 17 de Abril.
¿que quereis que os diga? Una persona estupenda, agradable, volcado en el cuidado a sus pacientes... e inmensamente implicado en la lucha y solución del linfedema. Hablamos de posibilidades, de técnicas... usando palabras que, en el momento en que oí la palabra "cáncer" me parecían completamente futuristas.
¿cómo y por qué he llegado aquí?
Recuerdo la reunión con los oncólogos, con Dr. Montesinos y Dr. Antoni, además de aquel doctor vascular, tan desagradable y que, además, no se dignó siquiera a presentarse y decir su nombre. Aquella reunión en la que me explicaron cuáles serian los pasos a seguir para atajar el cáncer, aquella reunión donde me explicaron que iban a ser muy radicales debido a que en la ocasión anterior habían sido muy conservadores, donde me explicaron que me iban a extirpar todos los grupos ganglionares, donde dicho vascular dejó bien claro que me quedaría un gran linfedema caso con el 100% de seguridad. Recuerdo que Agus aún tuvo la cabeza fría para intentar darme ánimos, que no todo estaba perdido, que seguro que habría una solución futura para mi pierna, a lo que ese tribunal médico no tardó en contestar que no fueramos tan optimistas, que la única solución sería implantar unos ganglios nuevos, pero que eso era futuro, pues es microcirugía pura... y la ciencia no había llegado todavia a ese punto.
Hablo de finales de Octubre del año 2006.
Pasé 3 sesiones de quimioterapia, entré entonces en quirófano, 15 de Enero del 2007, un éxito según el equipo médico.

A finales de Febrero comienzan las sesiones de radioterapia, con quimioterapia semanal... 5 quimios más y 40 de radio, pasando por la caída del cabello, los vómitos, las grandes quemaduras...y llegamos a finales de Abril del 2007.


El resto del tiempo... mejor olvidarlo, una larga lucha por mejorar mi calidad de vida. Sobretodo cuando tu médico te dice que todo está bien, que la revisión de los 6 meses ha salido perfecta, que nos vemos en 6 meses más, y yo me encuentro sin andar, en silla de ruedas, débil, con gran pérdida de masa y tono muscular... y ya está. Para los doctores eso es todo, han atajado el cancer, estoy viva, ¡que alegría!, una muesca más para su gloria de médicos salvadores de vida.
Pero ¿y yo?
¿cómo encaro mi vida?
¿cómo encaro mi futuro?
¿volveré a caminar?
¿hasta que punto me quedará la pierna de mal o bien?
¿qué debo hacer para recuperarme?
¿qué hay del trabajo?
Fin del capítulo.

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